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Agua regenerada para hacer frente a la sequía

Impulsar una gestión de los recursos hídricos basada en la economía circular es clave para avanzar en la resiliencia de los municipios y contribuir a su desarrollo económico y social.

El cambio climático se manifiesta a través del agua y altera el ciclo natural. Las olas de calor, las inundaciones, los episodios de sequía o el aumento del nivel del mar se intensifican como signos de una crisis climática que se ha convertido en el reto más grande de la humanidad en el siglo XXI.

Cuando el agua escasea o las personas tienen un acceso desigual a ella, aumentan las tensiones entre comunidades y países. Y es este precisamente el llamamiento que lanza Naciones Unidas en el Día Mundial del Agua. Con el lema “Agua por la paz”, pone en relieve que la salud pública y la prosperidad de las sociedades, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y de una gestión equitativa del ciclo del agua.

La escasez hídrica en las Islas Baleares se ha hecho más evidente en los últimos años, con la reducción de las precipitaciones y la sobreexplotación de los acuíferos. Las variaciones climáticas, con periodos de sequía más prolongados y eventos climáticos extremos, han contribuido al inicio de una crisis hídrica en la región, cuya demanda de agua, impulsada en gran medida por la industria turística y la agricultura, ha aumentado la presión sobre los recursos hídricos disponibles. El aumento del nivel del mar también representa una amenaza para las áreas costeras, ya que favorece la intrusión de agua marina en los acuíferos, hecho que compromete aún más la calidad de las masas de agua subterráneas.

Cerrar el círculo del agua para no depender de la lluvia

Conscientes de los retos que conlleva una menor disponibilidad de agua para nuestras ciudades y la actividad económica, Agbar, grupo al que pertenece Hidrobal, apuesta por los recursos hídricos alternativos, como el agua regenerada, para garantizar el suministro de agua en cualquier circunstancia. Se trata del agua procedente de la red de saneamiento, que, una vez depurada, recibe un tratamiento adicional para que se pueda reutilizar en varios usos, siguiendo un modelo de economía circular. 

Extender esta regeneración es la mejor garantía para hacer nuestros territorios más resilientes ante la escasez de agua. Una solución que tiene un coste energético hasta tres veces inferior al de desalinizar el agua y que genera una huella de carbono de prácticamente la mitad que el agua desalinizada. 

De hecho, Agbar es un referente internacional en la gestión de los recursos hídricos y un grupo líder en la regeneración de agua. Por ejemplo, en el 2023, Aigües de Barcelona regeneró 57,9 hectómetros cúbicos de agua residual depurada, cifra que equivale al agua que consumen durante un año alrededor de un millón y medio de personas. Actualmente, la compañía impulsa hasta 1.500 litros de agua por segundo desde la estación regeneradora de agua (ERA) de la depuradora del Baix Llobregat, aguas arriba del río Llobregat hasta un punto, situado en Molins de Rei, donde se añade al caudal del río en condición de agua prepotable. Ocho kilómetros curso abajo, esta agua llega al punto de captación de la estación potabilizadora (ETAP) de Sant Joan Despí, y se vuelve a tratar y potabilizar para enviarla posteriormente a los hogares metropolitanos. Ahora, el reto es reproducir este modelo en la cuenca del Besós y poder regenerar 60 hectómetros cúbicos de agua adicionales anualmente para dejar de depender del agua de la lluvia y liberar recursos superficiales para los otros territorios

Asimismo, en la depuradora de Mataró se ha puesto en marcha una plataforma experimental de reutilización del agua, un proyecto impulsado por el Consell Comarcal del Maresme y por la ACA, que está operado por CETAQUA, el centro tecnológico de Agbar, en colaboración con SIMMAR. Esta iniciativa persigue demostrar la viabilidad técnica y económica de la regeneración del agua tratada en la depuradora de Mataró. 

 

El agua regenerada, la solución para frenar la intrusión del agua marina en los acuíferos 

Una consecuencia tanto de la falta de precipitaciones como de la escasez de agua superficial es la necesidad de incrementar la captación de aguas subterráneas hasta someterlas a un régimen de sobreexplotación. Según datos de la Dirección General de Recursos Hídricos, el 57 % del agua potable que alberga el subsuelo de Baleares y que constituye una reserva fundamental está afectada por nitratos o cloruros. El agua regenerada es también una solución para evitar la intrusión marina en los acuíferos sobreexplotados. 

En Cataluña, por ejemplo, desde los años 70, los niveles del acuífero principal del delta del Llobregat han estado de forma recurrente por debajo del nivel del mar, hecho que ha favorecido la entrada de agua marina al acuífero, principalmente a través del muelle del puerto que hay en la Zona Franca. Para revertir esta situación, entre el 2007 y el 2009 se construyó una línea de 15 pozos, ubicados en unos 1.500 metros en paralelo a la línea de costa, totalmente equipados para poder inyectar un máximo de 15.000 metros cúbicos al día de agua regenerada procedente del tratamiento avanzado de la ERA del Baix Llobregat, gestionada por Aigües de Barcelona. 

La inyección de agua actúa como barrera para la entrada del agua de mar y mejora la calidad del agua del acuífero en esta zona. Una solución testeada desde hace más de una década, que se ha mostrado eficaz, y que deberá implantarse en otros acuíferos costeros catalanes afectados por este mismo problema, como los de la Costa Brava, la Tordera, el Baix Camp, el Baix Ter o la Plana de Alcanar. 

De hecho, actualmente está en marcha un proyecto piloto de recarga del acuífero del Baix Camp, en Cambrils, liderado por Comaigua, empresa mixta comarcal del grupo Agbar. Se trata del proyecto LIFE REMAR, cofinanciado con los fondos del programa LIFE de la Unión Europea y que cuenta con la colaboración, como socios del proyecto, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y Mejoras Energéticas. La iniciativa propone utilizar una solución basada en la naturaleza para la recarga del acuífero con agua tratada procedente de la estación depuradora de Cambrils.